¿Y ahora por qué se supone que hay que olvidar lo que más queremos? ¿Pero estais todos locos o qué?
jueves, 30 de diciembre de 2010
miércoles, 29 de diciembre de 2010
Una de las cosas más bonitas que tiene la vida es que nos ofrece un montón de sueños que podemos hacer nuestros si queremos. Depende de nosotros el cogerlos y exprimirlos o el aparcarlos y rechazarlos.
Hay sueños de todos los colores y texturas; de todas las formas y contornos. Hay tantos sueños como personas o quizás unos pocos más...
Todos son diferentes y vienen en distintos paquetes y envoltorios. Hay para todos los gustos y para todas las necesidades.
Yo he escogido unos cuantos dentro de la amplia gama que nos presenta la vida.
Algunos tienen forma de nota musical (de corchea, concretamente) y simbolizan conciertos vividos y musicales disfrutados y compartidos. Otros tienen forma de fotografía y representan el sueño de querer inmortalizar todos los momentos especiales que me suceden. Simbolizan mis ganas de hacer 'clic' y guardar instantes para siempre.
En el reparto de sueños, también escogí algunos que vienen en baúles grandes y de color ocre. Dentro hay de todo: recortes de revista, billetes de autobús y de avión, cuentas de restaurantes y de heladerías, entradas, folletos... en resumidas cuentas, sueños cumplidos en el pasado.
Y en mi lista también tengo un montoncito de sueños materializados en personas. Personas que me hicieron soñar y que me quitaron el sueño. Personas que contribuyen a mis sueños de futuro y otras que comprenden los sueños de mi presente. Personas soñadoras y otras que no lo son tanto pero que también forman parte de mi sueño. De mi sueño de contar con gente bonita y especial en mis días.
martes, 21 de diciembre de 2010
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De ese trofeo en medio de las botellas, de que está sonando tu canción favorita o de que hoy es martes y trece ....
lunes, 20 de diciembre de 2010
Julio Bocca.
La danza es disciplina, es trabajo, es enseñanza, es comunicación. Con ella nos ahorramos palabras que tal vez otras personas no entenderían y en cambio establecemos un lenguaje universal que nos es familiar a todos. Nos da placer, nos hace libre y nos consuela de la imposibilidad que tenemos los humanos de volar como los pájaros, acercándonos un poco al cielo, a lo sagrado, a lo infinito. Es un arte sublime, diferente cada vez, que se parece tanto a hacer el amor, que al finalizar cada representación, nos deja el corazón latiendo tan fuerte y esperando con ilusión la próxima vez.
domingo, 19 de diciembre de 2010
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No puedes verla, pero imagínatela. Es verde, como la esperanza. Bueno, en realidad no estoy segura, puede que sea azul, o marrón, color miel en días soleados si me apuras, casi negra como las aceitunas con hueso o parda que incluso maúlle. Puede ser roja, violeta, amarilla o naranja. Puede ser como yo quiero que sea, como yo me la imagine. Cálida o fría. Que lo diga todo o que sea un contenedor de silencios.
Tu mirada puede ser de mil formas diferentes, pero sigue siendo tu mirada. Sigue siendo la tuya, la misma de siempre.